Columna Social y Solidaria de la semana
 

Reactivar la economía desde lo social y solidario

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com

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La crisis social y económica sigue su rumbo en Colombia, las medidas adoptadas por todos los gobiernos no dan los efectos esperados, y son insuficientes ante la magnitud de los estragos causados por la pandemia. Además, dichas medidas solo han tenido una lógica netamente mercantil y focalizadora, limitando la universalidad de los derechos y su alcance, sin dejar espacio a una discusión mayor que nos permita entendernos a todos como parte de un ecosistema social.

Desde este punto de vista economistas dan medidas sin efectos, y tanto el gobierno nacional como los locales, quedan cortos en lograr articular y promover una sociedad volcada hacia la solidaridad en este momento histórico de la humanidad. La causa es previsible, ya que olvidan la importancia de tener una base social organizada dentro de cada territorio, donde estas tienen capacidades de acción superiores al mismo estado al no poseer la estructura burocrática y normativa, pudiendo actuar en la inmediatez que se requiere.

Por ello, reactivar la economía si es posible desde lo social y solidario, ya que mientras cientos de empresas cierran y las multinacionales se van con cada crisis, los habitantes de cada territorio quedan y despliegan todas las capacidades posibles para la reproducción de sus vidas, apoyándose principalmente en redes de proximidad ya establecidas. En este sentido, la territorialización de la economía enfocado hacia lo solidario puede aportar y apalancar nuevos procesos de producción, distribución, comercialización y consumo, pero, además, fortalecer las sociabilidad y generosidad aumentando los lazos de confianza entre sus integrantes.

Así mismo, reactivar la economía desde lo social y solidario permite incorporar los derechos de la mujer y la naturaleza, como también una serie de reivindicaciones al no separar lo económico de lo social y político. Esto es posible al estar basada sobre una ética de la vida, donde su principal función no es la tasa de ganancia, sino la reproducción de la vida de todas y todos en los respectivos territorios, y con las condiciones más dignas posibles.

Organizar los territorios en este momento con programas de economía social y solidaria que potencien toda su estructura organizativa desde cooperativas, asociaciones, mutuales, fondos de empleados, redes de consumo solidario, entre otros; y además integrando la mediana y pequeña empresa bajo practicas cooperativas, tendrá un efecto mayor y real que permitirá mitigar los efectos del coronavirus. Reactivar la economía potenciando nuevos valores, es lo que está exigiendo la sociedad.

 

 

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