Columna Social y Solidaria de la semana

Asociatividad y Factor C como impulso para la vida.

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
     

Numerosos y valiosos autores han sabido explicar la importancia de la Economía Social y Solidaria para nuestras vidas desde una propuesta emancipadora, esto dado por la variedad de ricas experiencias sociales, comunitarias, de pueblos originarios, feministas, cooperativistas, de asociaciones, ente otros; y de un variado mundo de experiencias donde la autogestión, la democracia, la generación de riqueza social y económica, así como la búsqueda de un balance con la naturaleza se hace presente.

No es menor esto, cuando por estos días se señala al llamado progreso económico y su sistema vigente como el responsable de conllevar a la destrucción de nuestro planeta, de nuestras relaciones sociales y humanas, y alimentar un consumismo exacerbado donde la sociedad se acerca hacia el peligroso “sálvese quien pueda”, sin pensar en el otro, y donde el llamado individualismo metodológico se intenta posicionar como hegemónico.

Por ello al revisar las alternativas se pueden encontrar muchas, una de ellas la expuso el eminente profesor chileno Luis Razeto quien logró demostrar que cuando cooperamos basados en valores como la solidaridad, empatía, compañerismo, entre otros; surge el llamado Factor C que facilita y potencia cualquier proceso, redundado en un mayor entendimiento y una mejora de la calidad de vida para todas y todos.

Retomar este concepto no solo en lo referente a la Economía Social y Solidaria, sino además en todos los ámbitos de nuestras vidas y acciones es una premisa que deben plantearse las sociedades y sus gobiernos, tambien todo aquel ser humano que sea consiente que todas y todos podemos vivir dignamente.

Como podemos aportar para empezar: buscando la asociatividad, consumiendo políticamente los productos de la Economía Social y Solidaria, buscando el llamado precio justo, utilizando las finanzas solidarias y éticas, entre un sinfín de numerosos ejemplos donde también está presente ese factor C que tanto necesitamos como humanidad.