Columna de la semana

A oídos sordos, 21 de noviembre por Santurbán

Por: Pedro Ángel Quintero Tirado
Correo: Pangelquinteroab@gmail.com
 
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Justificar lo injustificable es una costumbre de muchos gobernantes, donde la terquedad y el desprecio en oír a los ciudadanos se convierte en un nuevo don comenzando a gobernar a espaldas de quienes precisamente los eligieron para representarlos; sin embargo, la realidad en Sudamérica viene siendo otra, en un continente que viene despertando y pidiendo cambios, el cual ha comenzado a exigir derechos y otras formas de gobernar con los ciudadanos adentro, y no afuera.

Como parte de ello, la sociedad santanderana y bumanguesa ha venido exigiendo al gobierno nacional la protección del páramo de Santurbán, pero las respuestas de este han sido provocadoras para un movimiento social y ciudadano, que es ejemplo en el país y en el mundo, que se ha movilizado desde todas sus esferas y donde el nombramiento del ministro Carrasquilla, famoso por el escándalo de los bonos de agua, ha rebasado la copa para muchos. Estando en inminente riesgo el agua y la vida de los santandereanos; el mensaje del presidente Duque ha sido: “desde Bogotá mando yo”, esto sin dar espacio al clamor ciudadano, el mismo que en campaña prometió proteger el Páramo.

Por ello dada la terquedad de un gobierno nacional, que está sin rumbo desafortunadamente, no queda otro remedio que la movilización ciudadana este 21 de noviembre por parte de todos los santandereanos y bumangueses. El paro de esa fecha ha sido convocado por una cantidad de instituciones, movimientos sociales y ciudadanos, donde será a la vez, la oportunidad de expresar al gobierno central que no somos su finca, o un reino del medioevo que debe acatar órdenes, y más donde está en juego la vida de todas y todos con la amenaza al Páramo de Santurban.

Se espera que después de esta movilización, el gobierno nacional entienda que en el Nor-oriente colombiano la lucha por nuestro territorio, y por su recurso más sagrado que es el agua, será a muerte, donde la época de la colonia con baratijas y espejos está lejos de seguir posicionándose, en un terruño de mucha historia, rebeldía, pujanza y prosperidad, donde la ciudadanía se ha manifestado.

Finalmente, este 21 de noviembre también debe servir para que Colombia entera y el gobierno nacional entiendan que requerimos un país que le apueste a la paz, al desarrollo de los territorios y a la vida misma; no por menos Monseñor Darío Monsalve afirmó que: “si no le hubieran dado la espalda al Acuerdo de Paz, la situación sería otra”. La sociedad bumanguesa, santanderana y colombiana ha comenzado a abrir los ojos, lejos de la macartizacion que nos quieren imponer, donde el presidente no puede ser indiferente a esto, y por eso mismo este 21 de noviembre saldremos al paro nacional.

 

 

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